Néstor Medrano: un artista que entre pinceles, gubias y mosaicos no deja de transformarse

Es un artista plástico reconocido, que ha hecho del mosaiquismo una técnica propia, con más de 25 obras en nuestra ciudad y otras distribuidas en Entre Ríos y hasta la República Oriental del Uruguay.

Sin embargo, Néstor Medrano no se cansa de incursionar, de probar, de conocer. Así llegó hasta lo que es ahora su modo de plasmar el arte: la linografía, el grabado. Desde su casa, con planchas especiales, gubias y una prensa, da vida a los más exquisitos retratos, que lo llevan a participar de importantes concursos, como el organizado por la Embajada de Palestina, o hasta la casa de un expresidente, como Pepe Mujica.

Para Medrano, que viene con el arte en las venas, cada expresión es parte de un trabajo que inició desde muy pequeño. “Siempre he dibujado, he pintado y siempre lo tomé como un aprendizaje permanente y constante, el hecho de ir ensayando con las líneas, con los colores, ir experimentando, ir descubriendo cuál es el resultado final de ese proceso mío de búsqueda”.

El mosaiquismo llegó de la mano del pedido de un mural de grandes dimensiones, El paseo de los nuestros en calle Primer Entrerriano. ”Como la pared y ese muro daban al sur, a mí se me ocurrió que iba a estar restaurando permanentemente, por eso pensé lo del mosaiquismo; quizá porque dentro de mi formación hubo una parte en la Facultad de Arquitectura, donde descubrí la obra de Gaudí y cómo utilizaba él los revestimientos en cada una de sus obras. A partir de ahí es una de las partes que me tiene más entusiasmado”, reconoce.

—¿Cuántos murales y retratos has hecho?

—Ese ya está cumpliendo 10 años, así que acá en Gualeguay no sé, pero me imagino que más de 20 seguro, 25. Y después en distintos lugares también, de Entre Ríos, de otras provincias y en el Uruguay también. Creo que el disparador de todo eso es ver cuál es el resultado final o cómo va a quedar.

“Estoy ahora en un proyecto que me tiene muy entusiasmado —relata el artista—, es para Concepción del Uruguay, un mural de aproximadamente 35 metros cuadrados, más o menos de las dimensiones del de Maradona que se inauguró hace pocos meses en Hernández. La particularidad es que estos tamaños me permiten a mí pensar el mural como lo que es en realidad, porque la mayoría no dejan de ser retratos de grandes dimensiones. Acá me permite jugar con varias imágenes.

“El tema es el Colegio del Uruguay y de ahí han egresado, entre tantas personalidades, cinco que han llegado a ser presidentes”, revela Medrano, mientras adelanta que “la idea es rescatar algunas de estas imágenes, junto con todo lo que por ahí tiene que ver con la historia del Colegio, con los patios, con detalles de arquitectura, con herrajes, que yo creo que cuentan de alguna manera la historia que se escribió desde ahí también con algunos adolescentes que sin pensarlo llegaron a ser destacados a nivel nacional”.

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