Si bien en Gualeguay no se han registrado casos preocupantes, en dos localidades entrerrianas se produjeron muertes por picadura de abejas. En El metrónomo consultamos a un especialista y te contamos qué hacer ante una picadura o ante la mordedura de una serpiente.
Aunque esta no es la temporada en que ocurren más picaduras, como lo es la primavera, el mes pasado se dio una muerte por picadura de abeja en la Costanera de Paraná. Este fallecimiento se sumó a otro caso en la capital provincial y a uno en Santa Elena, ambos en los últimos meses.
Ante la consulta, el jefe de la Guardia del Hospital San Antonio, Aldo Erben, resaltó que “casos de muerte en Gualeguay no hemos tenido en este último año o en estos últimos dos años. Sí mucho de picadura de abejas, que es normal en la época de floración, en primavera. También andan en los parques, con los copos de nieve, donde hay azúcar”.
Acerca de la clasificación de las picaduras, Erben explicó que existen leves, moderadas y severas. “La leve, la que todos conocemos, es una picadura común que no tiene repercusión en el ser humano, solamente la molestia, el ardor y el dolor que produce la picadura de abejas. Casi no lleva tratamiento, simplemente hay que tratar de sacar el aguijón si es que lo tiene, se raspa con una tarjeta y se saca. El aguijón tiene una glandulita, que es donde manda el veneno y sigue inyectando ese veneno y aumenta el dolor. Entonces se saca, se pone hielo y algún analgésico como ibuprofeno”.
“La moderada —continuó— es cuando el paciente presenta, incluso al segundo o tercer día de la picadura, náuseas, vómitos, algún registro febril y donde picó la abeja puede haber mayor inflamación. Sobre todo, si el paciente se rasca, cosa que no hay que hacer, se lastima y se puede sobreinfectar. Ahí sí debería consultar con un médico, que tampoco es una urgencia, pero sí debería hacer una consulta médica para ver si lleva antibiótico o no la herida, algún ibuprofeno, algún calmante”.
En cuanto a la severa, el médico dio cuenta que “es la más grave de todas. El paciente tiene una predisposición y es alérgico a ese veneno que inyecta la abeja y, por más que sea baja la dosis, el cuerpo reacciona de forma muy agresiva y genera repercusiones gravísimas en el cuerpo, que lleva a la insuficiencia respiratoria, se le empiezan a hinchar los labios, la lengua y eso ocluye la garganta y no puede respirar”.
“En el transcurso de los primeros 15 minutos a una hora de la picada empieza el efecto y tiene que consultar a la guardia porque tenemos muy poco tiempo de actuar. A medida que se va inflamando la lengua, a medida que se va inflamando la boca, es mucho más difícil para nosotros actuar sobre ese paciente. La obstrucción lleva al paro cardíaco, el paciente entra en shock y dejan de funcionar los órganos”, precisó.
—¿Hay manera de prevenirlo?
—A la mayoría de nosotros, en el transcurso de la vida, nos han picado las abejas y hay veces que el cuerpo reacciona cada vez más agresiva ante la picadura. Entonces ese paciente que tiene una reacción moderada tiene que tener alguna pauta de alarma y en el caso de picadura de abejas consultar rápidamente. Normalmente una picadura de abejas inflama apenas. Pero si a ese paciente se le inflamó mucho el brazo, si tuvo registro febril los primeros días, tuvo diarreas o vómitos, probablemente la próxima vez que le pique otra abeja o varias abejas esa reacción vaya a ser mucho más agresiva y ese paciente sí debe consultar inmediatamente a la guardia porque puede transformarse en una urgencia.
—En Gualeguay sí se registran muchos casos de mordedura de perros…
—Sí, atendemos todos los días uno o dos casos, sea del perro del paciente, del perro del vecino o de un perro desconocido. Acá lo importante es siempre tratar de identificar al perro para saber si tiene o no las vacunas, tratar de ver quién es el dueño del perro. No hace falta salir corriendo a la guardia si no es un caso de gravedad, aunque sí hay que atenderlo porque la mayoría lleva antibiótico, porque la mordedura de perro se infecta mucho.
—¿Qué pasa con la mordedura de serpientes?
—En este caso es fundamental identificar la serpiente, porque de lo contrario nosotros tenemos que deducir qué serpiente era y hay muchas que son benignas, que no hacen absolutamente nada. Es muy difícil para nosotros saber si lleva suero antiofídico o no, porque toda mordedura de yarará, por ejemplo, que es la víbora de nuestra zona, lleva el suero antiofídico.
“También tenemos un tiempo determinado para actuar, pero, aunque es fácil decirlo y otra cosa hacerlo, hay que detenerse e identificar a la víbora, tratar de buscarla, atraparla y sacar una foto o si no la podemos atrapar sacarle lo más cerca posible”, agregó el especialista.
—¿Siempre hay suero disponible en el Hospital?
—Sí, siempre tenemos suero y ante un caso el paciente ingresa por guardia, se identifica la mordedura, se lo ve y pasa a Terapia Intensiva, donde se le coloca el suero.
