El creciente número de contagios de enfermedades de transmisión sexual está en la mira del sector sanitario, que ve un crecimiento difícil de combatir sin una campaña de prevención certera e inmediata.
El médico Eduardo Elías, titular de la Coordinación de VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis del Ministerio de Salud de la Provincia de Entre Ríos, sabe de qué se trata, porque su carrera profesional ha sido ocupada en gran parte por el tratamiento de las ETS, de cuyos pacientes se ocupa diariamente.
Cada mes, desde 2008, llega a la Asistencia Pública Municipal para dar tratamiento a sus pacientes y conocer nuevos diagnósticos, aunque reconoce que su objetivo principal radica en “trabajar en la prevención, en la promoción de la prevención y en fortalecer a la sociedad con el mayor conocimiento posible, porque el conocimiento aleja el tabú en la medida que fortifica o fortalece la decisión de cada uno de nosotros”.
Si bien es cierto que “hay una mayor oferta de la comunidad profesional sobre el análisis, no solamente de VIH, sino todo lo que es infecciones de transmisión sexual”, la realidad es otra. “La población sigue sin prevención, es decir, todavía no tenemos inserta en nuestro hábito diario la prevención”, señala Elías, al tiempo que destaca que “eso tiene que ver con quiénes somos, porque nosotros como sociedad tenemos poco hábito de prevención, no solamente en infecciones de transmisión sexual (ITS). Falta ir a la ruta y darse cuenta de todo lo que significa y de la accidentología que tenemos todos los días, es decir, la prevención tiene mucho que ver con lo que somos”.
Sostenido crecimiento
En relación al VIH, el profesional da cuenta que actualmente es “una infección crónica, de tratamiento, que permite una excelente calidad de vida y con una tasa de mortalidad que cayó muy pero muy abajo”.
“No se cura, es decir, que cada diagnóstico se suma a una comunidad preexistente, entonces yo tengo cada vez más casos, pero hay una tasa de comportamiento que incluso este año, pleno 2025, la seguimos sosteniendo: llevamos 44 nuevos diagnósticos en lo que va del año”, expresa preocupado el especialista.
En seguida, asegura que desde el sector público observan con asombro la falta de notificación de nuevos diagnósticos por parte de profesionales que atienden en efectores privados. “Más allá de que tenemos mecanismos informáticos, como es el Sistema Integrado de Información Sanitaria de la República Argentina, nosotros no nos enteramos de aquella notificación o diagnóstico en un efector privado, porque notifican a la obra social y no lo cargan a ese sistema”.
“No vemos todo el mapa —agrega— y hablamos de un dato epidemiológico de aproximadamente 10, 12, 15 diagnósticos mensuales, lo que lleva a un 150, 160 de diagnósticos anuales, pero que se van a sumar a los que ya teníamos y que siguen en tratamiento, es decir, va creciendo la comunidad”.
Alta tasa
En cuanto a la sífilis, Elías revela que “hemos visto un crecimiento de la tasa. Nosotros tenemos un 11.7 cada 100.000 habitantes en Entre Ríos, allá hace dos o tres años atrás era un 22, 23 y hoy estamos en 20 cada 100.000 habitantes, es decir, no solamente tenemos más casos, sino que la tasa de comportamiento de la infección es mayor y esto tiene que ver con el hábito de no prevención, de falta de prevención que existe en la comunidad”.
“La prevención siempre ha sido un problema para todos nosotros, es decir, no es que ahora no existe y antes sí, sino que ahora tenemos herramientas epidemiológicas que nos permiten ser más finos y llegar y profundizar”.
Sobre la realidad actual de la enfermedad, el profesional explica que “creíamos que era algo pasado, porque se trata con antibióticos como la penicilina, que son antibióticos que existen hace muchísimo tiempo, que aún siguen siendo muy eficaces y curan la infección, pero siempre ha estado”.
—¿En qué grupo etario ven más casos?
—La sífilis por ahí se comporta más en edades más jóvenes, adolescentes. Entre 25 y 35 años es el comportamiento de mayor incidencia del VIH, pero la sífilis también la solemos ver por debajo, en el post inmediato adolescente o en el adolescente mismo. Es decir, es como una infección muy presente en la gente más joven. Yo veo como infectólogo muchos diagnósticos en gente adulta, arriba de 40 años, porque además la actividad sexual también se ha prolongado y eso genera, obviamente frente a la falta del hábito de la prevención, la posibilidad de mayor transmisión.
“El VPH o HPV, como la gente lo conoce al papiloma, sigue estando presente y por ahí es un diagnóstico no tan buscado y genera un subregistro más importante aún. En general la sífilis también genera un subregistro, porque no todos son diagnosticados o muchos son tratados en guardias médicas, pero siempre vemos un dato”, indica el médico especialista, que celebra que frente a esto continúe la vacunación. “Antes eran las niñas, ahora son niñas y niños a los 11 años y me parece bárbaro porque con el tiempo va a tender a desaparecer. Sin lugar a dudas, como está pasando con la hepatitis B, pero todavía está en una alta incidencia, lo que pasa es que por ahí no se piensa en el HPV o VPH y tampoco se busca”.
—¿Cuál es la recomendación frente a esto?
—Siempre tener presente que el HPV es una infección de transmisión sexual que hay que buscar y que hay que descartar. Es una infección importante de diagnosticar en tiempo, porque puede malignizarse tanto a nivel anal como a nivel ginecológico, a nivel de cuello uterino en la mujer. Es decir, no deja de ser una amenaza al futuro.
