Cuando empiezan a bajar las temperaturas, aunque este año esté demorado el frío, aparecen los resfríos y las temidas gripes. La prevención es fundamental, al igual que reconocer los signos de alarma que nos indiquen que debemos consultar con un profesional.
Para evitar sobresaltos con los más chicos de la casa, lo importante es “mantener a nuestros niños saludables, bien alimentados y respetando sus horarios y sus descansos. Eso es lo que realmente hace la diferencia a la hora de tener más o menos riesgos de padecer una infección respiratoria”, explica al inicio la médica clínica Andrea Demarchi (MP 9478).
—¿Toda la población debe aplicarse la vacuna contra la gripe?
—No, de ninguna manera. La vacuna antiviral está recomendada en las poblaciones de mayor riesgo, que son los niños menores de dos años y los adultos mayores de 65. También aquellas personas que padezcan alguna enfermedad que debilite su sistema inmune y por lo tanto a esa población debemos proteger.
“Tenemos que recordar —agrega— que la vacuna antigripal no evita la neumonía o la infección gripal, sino que previene que sea una infección más agresiva”.
—Es necesario distinguir entre resfrío y gripe, ¿cuáles son los signos de alarma por los que hay que ir a visitar un médico?
—Efectivamente, no es lo mismo tener un resfrío común que un cuadro infeccioso respiratorio más grave. Los signos de alarma que siempre hay que tener en cuenta son la fiebre persistente, la dificultad para respirar, la tos muy productiva con mucho catarro y la debilidad general, la pérdida de apetito, es decir, un deterioro del estado general. Eso amerita una consulta médica.
—Aquellas cuestiones que aprendimos de la pandemia está bien rescatarlas…
—Por supuesto, es de las cosas positivas que debemos recordar siempre: el lavado de manos, la ventilación y si un día estamos padeciendo algún cuadro respiratorio también la protección, volver al barbijo cuando sea necesario por nosotros y por los que nos rodean también.
